OGILVY ON ADVERTISING
Cogiendo una frase de David Ogilvy, "Cuando yo escribo un anuncio, no quiero que me digan que lo encuentran "creativo". Quiero que lo encuentren tan persuasivo que les haga ir a comprar el producto; o comprarlo más a menudo." Y de eso precisamente trata Ogilvy on Advertising (Ogilvy en la publicidad), escrito por el rey de Madison Avenue en 1983, sobre cómo hacer una buena publicidad que vende, qué pasa con la publicidad, dónde están las claves del éxito en este mundo… Además de responder a estas y otras muchas preguntas, incluye multitud de lecturas recomendables para el estudio adicional de la materia, ofreciendo una visión más general.
Pero la idea de este libro no surge de la nada sino que sus socios le hacían ver que Confesiones necesitaba una actualización pero Ogilvy no quería hacer un best seller sino un libro enfocado a su utilización en fines comerciales. Éste es el porqué de que esté ilustrado con anuncios e incluye campañas de otras agencias. Este libro ha sido considerado el manual más brillante sobre publicidad que se haya podido escribir, el volumen sobre publicidad más apasionante e instructivo que jamás se ha escrito e imprescindible para todo publicitariom ambicioso.
BLOOD, BRAINS AND BEER
Blood, Brains and Beer (Sangre, sesos y cerveza) es una autobiografía que revela pocos datos de su genealogía. El nombre venía de una estrambótica norma que su padre seguía cuando David tenía seis años: beber un vaso de sangre cruda cada día (para fortalecerse) y comer sesos de ternero tres veces por semana (para desarrollar las facultades mentales), todo ello regado con dos botellas de cerveza. Según Kenneth Roman, que trabajó en Ogilvy & Mather junto a David Ogilvy a lo largo de más de 26 años, “sumergirse en la lectura de este breve autoboigrafía es como cenar con un narrado entrañable”. Es austera en detalles familiares, ya que nunca se revela el nombre del padre o de la madre. Ogilvy describe a su padre como un hombre afectuoso y cariñoso y un fracasado. Su abuelo escocés aparece retratado como un hombre frío, extraordinario y con éxito (su héroe). Ogilvy tenía dos hermanas y un hermano mayor pero sólo nombra a su hermana Mary y su hermano Francis. Su hermana pequeña, Christina, se enfureció tanto por la forma en que describía a su padre en el libro que estuvo sin hablarle durante 15 años.
Las memorias retratan a un joven vago que va estrellándose de colegio en colegio, que conoce a personas que le fascinan y que va orientando su camino por medio de una gran variedad de trabajos que lo prepararán sin saberlo para triunfar en la publicidad. Deja caer un surtido de nombres: George Bernard Shaw, Harpo Marx, Albert Einstein, Leonard Bernstein, Lady Astor, Alexander Woollcott, David Selznick, Alfred Hitchcock, Samuel Goldwyn, Walt Disney. Todos ellos se cruzaron de alguna manera en el camino de Ogilvy, y él no tenía reparo en contarlo.
CONFESSIONS OF AN ADVERTISING MAN
CONFESSIONS OF AN ADVERTISING MAN
Confesiones de un publicista fue publicado por primera vez en 1963 y a lo largo del libro se va definiendo la publicidad durante la década de los 60. Sin embargo, continúa siendo útil en la actualidad ya que algunos temas recogidos en el libro siguen hoy en día. Por ello es una lectura obligatoria de entre las listas de los clásicos de la publicidad y hace poco han sacado una nueva edición de esta “obra maestra”. A modo de comparación con España podríamos decir que nuestro equivalente sería “El libro rojo de la Publicidad” de Lluis Bassat en el que se ven detalles de Ogilvy, ya que trabajaron juntos durante muchos años.
La filosofía de Ogilvy, recogida en el libro, era la de que “una vez eres vendedor, siempre serás vendedor”. La publicidad sin un producto o servicio que vender, no sirve para nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario